Sabemos que estás bien.. ¡pero estarás mejor aún en las Islas Baleares! Tienen todo lo que necesitas para dejar tus preocupaciones y están a tiro de piedra. Salta de isla en isla o elige la que más te guste.
Será maravilloso viajar hasta Mallorca y recorrer los pueblos repartidos por la Serra de Tramuntana, una ruta que te llevará desde la cartuja de Valldemossa, al ambiente bohemio de Deià y el monasterio de Lluc hasta llegar a Pollença.
El ambiente de montaña enlaza a la perfección con el patrimonio cultural de Palma; recorre la catedral, la Almudaina y el Castillo de Bellver para luego descansar en playas paradisíacas como Caló des Moro o Es Trenc.
La calma de esta isla solo se ve interrumpida por el cancaneo de los mástiles que han pasado el día en las playas más vírgenes de Baleares, Cala Turqueta, Macarella y Mitjana están entre las mejores del Mediterráneo.
Playas salpicadas con pueblos y ciudades de pasado británico como Mahón y su fantástico puerto natural, la ruta prehistórica Talayótica, las fiestas de Ciutadella y los atardeceres en el faro de Artrutx.
Si buscas paz y fiesta en la isla pitiusa te sentirás como pez en el agua. Además su riqueza cultural se palpa en los barrios históricos de l'Eixample y Dalt Vila, declarada Patrimonio de la Humanidad.
Lo ideal para un día de resaca cultural es pasarlo en las playas más TOP de Ibiza; Playa d'en Bossa, Cala Bassa y Cala Salada. Es imprescindible acabar el día viendo el atardecer en la Torre des Savinar.
Aquí el cielo y el mar se unen para que te sientas en el mismísimo paraíso. Aguas de radiante color turquesa, caminos sin asfaltar, compras en el hippie market de La Mola… Se respira muchísima paz en este rincón del Mediterráneo.